Otro de los árboles que figura en el libro de ÁRBOLES PATRIMONIALES DEL ESTADO, es el que denominan Amatillo o Amate Ficus sp. y toma como referencia a un espécimen que se encuentra en la calle 20 de nuestra ciudad. Especie que durante algunos años hermoseó los diferentes establecimientos que se encontraban en esa zona: Sector Salud, CONASUPO y hasta hace poco la Plaza de artesanías.

La historia de este árbol es tan sui géneris como lo puede ser la isla misma. Resulta y resalta que el árbol que está en ese sector, es considerado una especie histórica puesto que según la tradición local, el maestro Juan Bautista Caldera, sembró un Kopo’, el 16 de julio de 1917, lo rodeó con una reja de madera y colocó una placa conmemorativa con la fecha y el nombre del Sargento Mayor Don Alonso Felipe de Andrade. Años después la administración municipal de Benjamín Romero Esquivel, convirtió este espacio en el primer parque infantil de la pequeña población.

En algunas de sus muchas pláticas, Don Manuel Rivero Sáenz comentó sobre aquel fastuoso árbol de Kopo’. Sin embargo (Lo siguiente es, diría mi abuelita, nada más con la mera intención de ponerle sabor al caldo) algunos pobladores señalan que el árbol que hoy vemos en la 20, no es aquel mismo kopo’ de 1917, sino que al parecer una variante de ficus, un día cualquiera creció en una de las ramas de dicho kopo’ (Ficus cotinifolia), y lo abrazó al punto de engullirlo (me gusta esta palabra por su sentido drástico) con el descaro de hacerse pasar por el emblemático Kopo’ de principios del siglo XX.

Aclaración: El término Kopo’ es un vocablo maya. A su vez es una muestra de la influencia de esta lengua en nuestro modo de hablar local. Otra aclaración: Si este árbol patrimonial es o no, aquel que sembraran en honor a don Alonso Felipe de Andrade en 1917, es lo de menos; porque lo fundamental es conservarlo debido a su importancia y belleza natural.

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